Realizamos una primera valoración del problema para poder entender las causas y el origen y así poder realizar un asesoramiento más detallado.

Nos desplazamos al domicilio del propietario para realizar la valoración aunque también podemos hacerla en nuestro centro.

Debemos descartar también entre un problema de conducta y un problema orgánico, que muchas veces pueden causar o agravar problemas de conducta. Para ello igual es necesario realizar pruebas veterinarias especificas, asi como tratamiento farmacológico en los casos que se requiera.

                                                         CONSTANCIA, DISCIPLINA Y PERSEVERANCIA.

COMO SE DESARROLLAN LAS SESIONES.

1. Recogida de datos e información. Se realiza una primera visita (a domicilio o en nuestro centro) para la recogida de datos sobre el perro, propietario, problema de comportamiento del perro, antecedentes, etc.
2. Diagnóstico. Es necesario un diagnóstico preciso y la posibilidad de establecer un tratamiento adecuado. los dueños o propietarios deben de estar decididos a actuar e implicarse en el trabajo de modificación de conducta según las indicaciones del comportamentalista canino.
3. Primera sesión. En la primera sesión se inicia el programa de modificación de conducta y las pautas y técnicas adecuadas para solucionar el problema.
4. Tareas a realizar en casa. Para modificar la conduca del perro, el propietario debe modificar su comportamiento para poder premiar conductas adecuadas y evitar potenciar inconscientemente comportamientos no deseados. Para ello se trabajará también con el propietario o miembros de la familia y se mandaran ejercicios y pautas que tendrán que seguir de la manera correcta.
5. Sesiones sucesivas. En las sesiones sucesivas se evalúan los avances del perro en el tratamiento, se aclaran dudas del propietario y se refuerzan las técnicas de modificación de conducta. además se evalúa la respuesta del perro a los ejercicios asignados en la primera sesión y según las necesidades, se modifican en consecuencia.

• Agresividad hacia personas y perros.
• Ansiedad por separación.
• Saltar sobre las personas.
• Miedos o fobia hacia perros, personas y entornos.
• Hiperactividad/excitabilidad.
• Destructividad y mordida excesiva en cachorros.
• Conductas destructivas.
• Micción y defecación inadecuada.
• Conductas compulsivas y estereotipias.
• Vocalizaciones excesivas (ladridos, lloriqueo).
• Reactividad hacia perros y personas.